,

Celebración inicio de curso.

Ayer los educadores de todas las etapas nos reunimos para celebrar el inicio de curso con una dinámica animada por la nueva responsable del equipo de pastoral Gloria Domínguez.

Fieles a nuestra tradición, la celebración constó de tres partes: una común de oración, otra de trabajo en equipo y otra de compartir con el resto de equipos cooperativos las conclusiones. Con este tipo de dinámicas, además de reforzar nuestro sentido de pertenencia, se ejercita en el trabajo cooperativo y se construye comunidad.

#SomosLaSalle.

Ante el símbolo de este curso —una teja de barro—  y el cartel con el lema que reza «Somos La Salle», el objetivo de la dinámica era reflexionar sobre los valores de lo que significa ser de La Salle. Cercanía, persona, comunidad, fraternidad, innovación, creatividad, tradición, reflejo, compromiso, servicio, justicia, solidaridad, alegría, ilusión, cooperativo, esperanza, fe, identidad, familia, espejo, vocación, escuela… fueron los términos más utilizados y más repetidos en todos los equipos.

El Hermano José Román Pérez, Visitador del Distrito ARLEP, dijo en el discurso del día del Sector Valencia-Palma el pasado 30 de agosto, que los Hermanos, Asociados y lasalianos de corazón que decimos que somos La Salle, debemos traducir las palabras en acciones visibles.

Nuestro proyecto educativo mantiene viva la Fe y la llama que encendió san Juan Bautista de La Salle con nuestros educadores que se comprometen a ser testimonio del mismo; la Comunidad de Hermanos anima y acompaña a la Comunidad Educativa (familias, educadores y alumnos) con su presencia a que permanezca con fuerza la esencia del valor de la fraternidad, el servicio, el compromiso y la fe.

Perpetuidad y renovación.

La luz que presidió la celebración representaba esos trescientos años en los que La Salle que desde la muerte de nuestro fundador, ha ido incrementando en fuerza y expandiéndose. Así pues, esa luz evocaba lo que somos por la tradición, pero también una luz de futuro que renueva el compromiso y mira más allá.

Al finalizar la celebración todos los educadores, junto con la Comunidad de Hermanos, encendieron una candela con esa llama que presidió la celebración. En primer lugar como símbolo de aquellos lasalianos que han sido testimonio de Cristo, la Verdad, la Justicia y el Amor y han hecho posible que el proyecto de La Salle perdure hasta la actualidad; también para recordar que debemos nutrirla, renovarla y avivarla como educadores para que siga iluminando en el futuro, juntos y por asociación, con todos los lasalianos de corazón.