En el aula de dos años vemos de vital importancia ofrecer situaciones de juego y movimiento a los alumnos. Durante los dos primeros años de vida el niño aprende actuando. Si les facilitamos el libre movimiento, combinado con los materiales adecuados, el alumno alcanzará un óptimo desarrollo global.

Por eso desde La Salle tratamos de ofrecer actividades dinámicas y motivadoras en las que los niños disfruten aprendiendo, ya que el movimiento es su vía de comunicación general y les ayuda a relacionarse con el entorno, tanto a nivel corporal como mental.

Además, como este año trabajamos el valor de la creatividad, es muy gratificante observar cómo crean con los materiales que tienen; los niños siempre sorprenden con su imaginación. De este modo tratamos de trabajar tanto la psicomotricidad gruesa como la fina, con actividades diferentes que están relacionadas con nuestro proyecto de autoconocimiento: “Así soy yo”.